Si hubiera una religión específica para personas distraídas, esa sería la mía. Lo que no sé es por qué todavía no existe ya que los despistes son, en muchas ocasiones, el motivo de algunos de los descubrimientos más tremendos de la historia.
Para muestra, un brownie. Según cuenta la historia, a finales del siglo XIX un cocinero estadounidense, que estaba haciendo bizcocho de chocolate mientras pensaba en -digamos, por ejemplo- la vampírica historia que Stoker acababa de publicar, olvidó añadir levadura a la mezcla. El resultado fue un nuevo dulce tostadito por fuera y muy, muy, muy jugoso por dentro que no dudó en llamar 'marroncito'. Por supuesto, el nombre queda mucho mejor en inglés: la traducción al castellano me suena un tanto a un E.T.E. escatológico.
Ingredientes para unas diez porciones contundentes
350 gr. de chocolate
200 gr. de mantequilla o margarina
4 huevos
200 gr. de azúcar
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 pizca de sal
200 gr. de harina
Un chorrito de leche
¿Cómo se hace?
Lo primero, calentamos el horno a 180º. Se hace lo primero porque esta receta va rapidísimo y si no, no va a estar listo.
Troceamos 300 gr. de chocolate y la mantequilla para derretirlos a fuego lento en una olla. Mientras, batimos los huevos con el azúcar, la vainilla y la pizquita de sal. Cuando nuestra mezcla de chocolate esté a punto, la vertemos sobre la mezcla de huevo. Después de remover, podemos añadir la harina así, a las bravas, sin tamizar ni nada, e incorporamos todo bien junto al chorrito de leche.
Lo último será picar los otros 50 gramos de chocolate que habíamos dejado abandonados para ponerlos en nuestra masa. De esta manera, conseguiremos chorreones de chocolate como estos:
Engrasamos con un poquito de aceite un molde bajo rectangular, repartimos bien el pastel, y al horno durante 20 o 30 minutos. El tiempo depende del power que tenga el horno y de cómo nos gusten los brownies. Hay gente que los prefiere casi sin hacer por dentro, hay a quienes les gustan bien cocidos. Habrá que probar hasta encontrar el punto exacto.
Lo podemos tomar caliente, frío, con una bola de helado, con nata... La cosa es que es algo buenísimo y seguro que en mi religión de despistados se comulgaba con mini brownies consagrados.
*Esta receta presenta un brownie totalmente de chocolate, sin las nueces que se añadirían al tradicional. Por supuesto, si nos apetece podemos añadir unos 70 gr. de cualquier fruto y seguirá estando mortalmente delicioso.
*El molde que yo he utilizado es de 30x18 centímetros. Podéis hacerlo en uno más pequeño, y tendréis un brownie más gordito.
P.D. ¡Por fin unas fotos buenas! Gracias a la cámara y a la habilidad de Francis Taranco que, pese al poco tiempo que lleva practicando hace unas cosas finas, finas. Aquí va una sobredosis de chocolate fotografiada.