Por fin, después de tanto paté árabe de los que solo se conocen en su casa, llega el famosísimo HUMMUS: la idolatrada crema de garbanzos que se está poniendo tan de moda que hasta la podemos encontrar en Mercadona.
Pero que la vendan en supermercados no es una excusa para que no hagamos hummus en casa. No hay nada como algo casero, que se prepara en tres minutos y con lo que apenas se ensucian cacharros.
Ingredientes:
Un bote de garbanzos cocidos al natural de 400 gramos.
4 cucharadas de tahine -pasta de sésamo-
1 o 2 dientes de ajo tirando a gordos
Medio vaso de agua
El zumo de medio limón
Sal y comino
¿Cómo se hace?
Lavamos los garbanzos. A mí me gusta quitar los pellejitos que se van saliendo. Es algo un poco absurdo ya que vamos a pasar todo por la batidora; pero así son los misterios de la vida...
En el vaso de la Turmix, echamos los garbancetes, el tahine, el ajo y el medio vaso de agua. El agua se añade, sobre todo, para quitar un poco de espesor a los garbanzos y que sea más fácil batirlos; por eso el medio vaso de agua es una cantidad aproximada. Si veis que vuestra querida batidora no puede más con su vida, será hora de añadir otro dedito más del líquido elemento.
Cuando tengamos triturados los garbanzos y quede todo como un puré, añadimos el zumo de limón y seguimos batiendo. Ya veréis que el limón, además de darle un toque refrescante, deja a nuestro proyecto de hummus con un color más blanquito. Mucho más mono, ¡dónde va a parar!
Por último, ponemos sal al gusto y media cucharadita de comino molido. Ya solo quedará darle el último empujón de batidora para dejar la mezcla extra cremosa.
Podéis usar este paté árabe como aperitivo si lo servís con un poco de aceite y pimentón dulce -que suelen poner por que quede un poco más vistoso- acompañado de pan de pita y junto al labni y al mohammara. Pero también está riquísimo, por ejemplo, untándolo en el pan de una hamburguesa.
*Esta es la receta más típica, la que seguro que habéis probado. Estoy pendiente de probar el hummus marroquí que preparan mis amigas y que debe de llevar especias como para tener que beber un litro de leche del tirón.
*Con 400 gramos de garbanzos tendréis hummus para parar un tren. Os puede llegar a salir por las orejas casi literalmente. Como a mí no me gusta guardarlo durante más de dos días -que los aguanta perfectamente-, prefiero comprar un bote de los pequeños (que no en todos los sitios se encuentran) o, si no queda más remedio, repartirlo a quien se ponga por delante.
*El tahine lo podéis encontrar en los grandes supermercados; pero donde seguro que tienen es en esa tienda árabe que regenta un tipo llamado Rami por la que has pasado un montón de veces pero a la que te da cosilla entrar.
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