Tanto este plato como la paella, son algo que siempre me ha dado "cosica" ponerme a cocinar. Pero esta fideuá es lo más sencillo del mundo ¡y solo se mancha una sartén!
Ingredientes (para dos personas):
500 ml de caldo de pescado (el de tetrabrick hace el apaño estupendamente)
1 diente de ajo
1 ñora o medio pimiento rojo fresco
Un puñadín de mejillones (a nosotros no nos van, pero le dan gustito a la fideuá)
Media sepia (o una entera si os gusta con muchos tropezones)
6 o 7 anillas de calamar
100 gr. de gambas peladas
Un chorreón de tomate frito
250 gr. de fideos de fideuá (los fideos gordos son los que se utilizan en realidad, pero a mí me hacen más gracia estos)
Aceite, sal y condimentos para paella
¡Aaaaay... Esta foto empavonada aún me da más ganas de fideuá!
¿Cómo se hace?
Lo primero de todo es preparar los ingredientes sobre la encimera para que luego solo haya que ir echando uno detrás de otro: le damos unos golpes a la sepia para ablandarla y la cortamos en cuadraditos; cortamos también las anillas de calamar en tres o cuatro pedazos; medimos nuestro medio litro de caldo; lavamos la ñora o el pimiento...
En una sartén con una chorradita de aceite caliente, doramos el ajo junto a la ñora. Cuanto estén a punto de dorarse, añadimos los tropezones -en este caso: gambas, mejillones, sepia y calamares- y los dejamos que se hagan a fuego medio durante unos minutos.
Ahora, añadimos el tomate frito, ajustamos de sal y añadimos los condimentos. Últimamente, estoy usando este de la marca Ducros que es una mezcla de especias entre las que se encuentra el azafrán. También me gusta echarle un poquito de cilantro molido.
Cuando ha hecho un poquito de chup-chup, se echa el caldo de pescado y se lleva a ebullición durante un par de minutos. Ahora ya podemos añadir los fideos, que dejaremos cocer a fuego no muy alto por unos 15 o 20 minutos dándo vueltas de vez en cuando y probando para ver cuando llegan al punto. Lo normal es que en el momento en que el caldo se haya consumido casi por completo, los fideos estén listos -si todavía están duros, siempre podemos añadir un poco de agua para que terminen de hacerse.
En el momento en que veamos que los fideos están perfectos, dejaremos reposar nuestra fideuá tapada por cinco minutos. Vamos, mientras colocamos la mesa.
¡Y no queda más por hacer que servirla y rebañar el plato!
Cositas de interés:
*Si eres un poco menos vago, siempre puedes hacer tú mismo el caldo de pescado. A mí es algo que me da mucha pereza; por eso, como mucho, pongo a hervir por un rato el caldo de tetrabrick junto a alguna cabeza de pescado que tenga por el congelador, los restos de la sepia, quizá un poco de perejil... Pero vamos, que el caldo prefabricado no queda mal.
*Si ya te has levantado con los niveles de pereza en -10º, entonces puedes currarte un alioli casero batiendo un huevo con un diente de ajo mientras añades poco a poco aceite de oliva.
*He probado a hacer esta receta para unas diez personas y, multiplicando las cantidades, queda genial también.