No hay Semana Santa sin torrijas, aunque unas torrijas sientan bien en cualquier época del año. De hecho, los dulces típicos y las recetas con bacalao son lo único que me gusta de estas fechas.
Con estos canutillos le damos una vuelta -nunca mejor dicho...- a la receta tradicional sin perder su esencia. Además, son súper sencillas y no hace falta que encontremos el mejor pan torrijero del mundo: se hacen con pan de molde.
Lo tienen todo, así que en cuanto las vi en Directo al Paladar no pude resistirme y aquí está mi versión.
10 rebanadas de pan de molde
10 porciones de chocolate -en la receta original utilizan Nocilla-
1 huevo
Un poco más de 1/2 vaso de leche
Canela
Azúcar
Abundante aceite para freír
¿Cómo se hace?
Cogemos las rebanadas de pan y un rodillo para aplanarlas hasta que queden lo más finitas posible. Mientras tanto, vamos derritiendo el chocolate. Una vez que todos nuestros panes estén planitos, tenemos que untar la primera mitad con el chocolate. Enrollamos, más o menos, las tres cuartas partes de la rebanada y, en el cachito libre, ponemos una fina tira de chocolate para que actúe como pegamento cuando terminemos de enrollar.
Ahora preparamos el unte: batimos el huevo junto a la leche y añadimos una cucharadita de canela.
Calentamos el aceite en una sartén profunda. Cuando esté a punto, cogemos uno de nuestros rollitos, lo untamos en la mezcla y lo freímos hasta que esté doradito. Vamos sacando los rollos a un plato con papel de cocina para que absorba todo el aceite.
Una vez fritas todas nuestras torrijas, las embadurnamos con una mezcla de azúcar y canela -3 cucharadas de azúcar con 2 cucharaditas de canela es una buena proporción. ¡Y chimpún! Ahora sí que es Semana Santa.
Hola,,,,que pinta más buena!!!!!!
ResponderEliminar¡Primer comentario! Je, je. Gracias, Francis. A la próxima, te paso.
ResponderEliminarRico ��
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