lunes, 27 de octubre de 2014

Noodles estilo Singapur

Cada vez que veo los anuncios de pasta tipo oriental ya preparada me da mala gana. Y es que pocas recetas habrá más fáciles y rápidas que unos noodles. Veinte minutos hacen falta, no más, para tener listo este plato original, riquísimo y, supongo, bastante más sano que los que nos quieren vender precocinados y llenos de aditivos.


Ingredientes para dos personas:
(No te pases, porque llenan mucho más de lo que parece.)
170 gr. de fideos de arroz (normalmente coincide con medio paquete)
1 zanahoria
1/2 cebolla tierna
1/2 pimiento verde
4 cucharadas de aceite de girasol
1 diente de ajo
1 centímetro de jengibre fresco
150 gr. de gambas peladas (uso de las congeladas, allá cada cual)
1 cucharada de curry en polvo
3 cucharadas de salsa de soja
el zumo de medio limón
4 cucharadas de agua

¿Cómo se hace?
Lo primero, y como siempre, es dejar listos todos los ingredientes.

Así pues, pondremos a calentar agua en una olla. Cuando esté hirviendo, la retiramos del fuego e introducimos nuestros noodles que dejaremos reposar ahí por 3-4 minutos. Cuando haya pasado ese tiempo, comprobamos si están suficientemente tiernos y, cuando estén listos, los colamos y los pasamos por agua fría para que no se sigan cociendo. Primera parte, hecha.

Mientras cuecen nuestros fideos, podemos dejar listas las verduras. Tenemos que cortar en juliana -en tiritas finas, vamos- la zanahoria, la cebolla y el pimiento. Por otro lado, pelaremos el ajo y el trocín de jengibre y los picaremos en trozos muy pequeñines.

¿Ya está todo? Es hora de encender el fuego.

Ponemos nuestro wok a calentar -bien vale una sartén profunda si no hay wok- y echamos el aceite dejándolo resbalar por las paredes de la sartén. Ahí sofreiremos a fuego medio el ajo y el jengibre. Cuando estén doradines, ponemos a rehogar las gambas. En cuatro o cinco minutos estarán hechas. Apartamos todo esto a un lado de la sartén y, en el otro, echaremos el curry para freírlo un poco. Mezclamos todo y echamos las verduritas cortadas en juliana.

A mí me gusta ponerlas al fuego un poquito antes de añadir los fideos para que no estén tan crudas; pero tampoco tienen que estar pochadas ni hechas del todo ni muchísimo menos. Cuando hayan adquirido una consistencia que nos guste, pondremos en la sartén la soja, el limón y el agua y, tras remover un poco, añadiremos también los fideos cocidos.

Un par de minutos y ¡chimpún!

No digáis que es un plato costoso y mirad la pintaza que tiene. ¡Ñam, ñam!

*Los fideos de arroz los encontraréis en cualquier supermercado un poquito grande; aunque yo prefiero comprarlos en una tienda asiática que hay en la zona de la Universidad de Zaragoza. Allí se puede encontrar todo tipo de productos orientales. Solo la sección de fideos ocupa una pared entera repleta de noodles de todos los grosores y de un montón de tipos (de arroz, de soja, de huevo...).
*¿No tienes jengibre fresco? Este plato también queda genial si lo sustituyes por una guindilla cayena. ¡Solo una! (Bueno, si son pequeñinas, dos)
*En realidad, habría que ponerle salsa de pescado; pero por no comprar chismes nuevos que luego no sé si voy a usar, busqué un sustituto por la red... y se soluciona con salsa de soja y limón. Mucho más fácil, ¿no?